El síndrome postvacacional se caracteriza por fatiga, apatía, nerviosismo o dificultad para concentrarse

Fatiga, apatía, nerviosismo o dificultad para concentrarse pueden ser síntomas claros del síndrome postvacacional. Una condición que están sufriendo o sufrirán el 41% de los trabajadores en España, según un informe elaborado recientemente por Lee Hecht Harrison, división del Grupo Adecco.

Esta situación, sin embargo, es normal porque en realidad lo que pasa tras las vacaciones es que nos hemos adaptado a una rutina de verano y ahora tenemos que romper con ella y volver a la anterior. Y esto, lógicamente, puede resultarnos difícil.

Consejos para no sufrir el síndrome postvacacional

Para que volver a nuestro puesto de trabajo no se haga cuesta arriba, queremos ofreceros una serie de consejos para que la tarea de superar el síndrome postvacacional sea lo más llevadera posible. Así que, ¡toma nota! y verás como todo es más sencillo.

  • Adelanta la vuelta. No apures las vacaciones hasta el día final. No pasa nada por volver a conectarse paulatinamente, mirar el correo o elaborar una pequeña planificación de las actividades. Avanzar y, sobre todo, planificar un poco la vuelta ayuda a eliminar la incertidumbre y a tener una sensación de control que permitirá llevar mejor el día a día.
  • Mantén una actitud positiva. Volver al trabajo tiene una parte positiva. Entre otras cosas, significa reencontrarnos con compañeros con los que nos llevamos bien y que nos permiten desarrollar nuestra faceta profesional. Crea pues pensamientos agradables y enfoca tu atención en lo positivo. Piensa en que durante el nuevo año laboral pueden suceder muchas cosas bonitas.
  • Planifícate y conecta unos días antes. Una opción interesante para superar el síndrome postvacacional es volver a conectarse al trabajo paulatinamente durante los últimos días de las vacaciones. Avanzar y planificar un poco la vuelta a la rutina hace más fácil eliminar la incertidumbre y tener una sensación de control que permitirá llevar mejor el día a día. Para no caer en la vorágine de la oficina y de las llamadas de teléfono de un día para otro, planifica el primer fin de semana antes de la vuelta, leyendo algún correo, devolviendo alguna llamada de teléfono, etc.
  • Crea nuevos hábitos saludables. Hemos roto con la rutina del verano, que, a veces, no es tan sana como pensamos porque trasnochamos más, comemos peor, nos damos más licencias, y muchos llegamos con tres o cuatro kilos de más. Aprovecha para plantearte pequeños retos saludables. Por ejemplo, hacer ejercicio moderado; mantener horarios regulares tanto en las rutinas diarias como en las horas de acostarse y levantarse; y llevar a cabo una alimentación sana y equilibrada.
  • No caigas en la rutina y fomenta tu ocio. Los humanos somos muy de blancos y negros. Acabamos las vacaciones y de golpe y porrazo parece que nos metemos en una especie de túnel en el que ya no hay fines de semana, días de fiesta o tardes libres para disfrutar. Piensa y organiza, por ejemplo, la próxima escapada que puedes hacer o en esa actividad cultural que vas a disfrutar en un fin de semana o en la película que te gustaría ir a ver al cine la próxima tarde libre. Así, el síndrome postvacacional será mucho más fácil de llevar.

Por último, intenta no estresarte ni llevarte trabajo a casa y, sobre todo, recuerda que el síndrome postvacacional pasará. Suele durar una o dos semanas. Después estarás al cien por cien y sin darte cuenta volverán de nuevo más vacaciones.

Claves para superar el síndrome postvacacional

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies