Tan importante como la documentación personal, la tarjeta de pago o los billetes de transporte, el botiquín para las vacaciones puede salvarnos de más de un apuro y evitarnos muchos contratiempos
Lo primero a tener en cuenta a la hora de preparar el botiquín para las vacaciones son las enfermedades o patologías de carácter crónico. Es decir, aquellos medicamentos que tomamos habitualmente y que, en la mayoría de los casos, requieren de prescripción médica. En estos casos hay que asegurarse de llevar un suministro suficiente ya que es posible que en el lugar dedestino quizá no sea fácil localizarlos. Conviene, además, meter en la maleta los informes médicos o las recetas.
En segundo lugar, deberíamos tener en cuenta las patologías y problemas sanitarios del país que vamos a visitar. Los riesgos para la salud son mayores en el caso de los destinos tropicales, aunque la epidemiología global ha cambiado. Las patologías parasitarias decrecen y las virales aumentan. La mejor herramienta en salud es siempre la información. Una vez elegido el destino, es recomendable visitar las recomendaciones de viaje de la web del Ministerio de Asuntos Exteriores, donde podemos encontrar una relación exhaustiva y actualizada de las medidas necesarias o recomendadas para visitar determinados países.
Elementos imprescindibles de un botiquín para las vacaciones
Pero con independencia de nuestro destino, hay una serie de elementos que no pueden faltar en su botiquín de viaje, vaya a donde vaya.
1. Repelentes de insectos
Deben aplicarse con frecuencia y en función de los hábitos del insecto amenazante.
2. Analgésicos y antiinflamatorios
Para tratar dolores leves se recomienda ibuprofeno -analgésico y antinflamatorio-, o bien paracetamol, analgésico, antipirético y el único apto para embarazadas.
3. Antiácidos
Los cambios en la alimentación pueden provocar molestias como acidez de estómago, náuseas o estreñimiento. Para remediar estos problemas, se puede recurrir a antiácidos que lleven una composición de bicarbonato sódico o de sales de calcio, magnesio y aluminio.
4. Protectores solares
Aunque nuestro destino no sea la playa o la piscina, en vacaciones se produce una mayor exposición de la piel al sol y esto hace necesario el uso de fotoprotectores. Se recomienda escoger aquellos superiores a un factor 30y que sean resistentes al agua aunque no esté previsto el baño, ya que su efecto es más prolongado.
5. Fármacos anti mareos
Muchas veces los desplazamientos pueden producir mareos. Los compuestos a base de biodramina, generalmente de administración oral, son de gran ayuda para aliviar los síntomas.
6. Gotas oculares de suelo salino
La continua exposición al sol o al agua de las piscinas puede producirnos molestias en los ojos. El botiquín debe incluir algún tipo de colirio para aliviarlas. También se puede optar por usar un suero fisiológico, si bien su acción hidratante es más limitada, este último puede utilizarse para la descongestión nasal y la limpieza de pequeñas heridas.
7. Apósitos para primeras curas
Sobre todo si el viaje incluye largas caminatas por la ciudad o rutas por la naturaleza, el botiquín debe estar bien equipado de esparadrapos, vendas compresivas, gasas, suero fisiológico, tiritas, antisépticos yodados, etcétera, asegurándose siempre de que no hayan vencido la fecha de caducidad. También son de utilidad los parches para las ampollas de los pies, consecuencia del roce con el calzado.
8. Antihistamínicos
Ante la posibilidad de una reacción alérgica inesperada como puede ser la picadura de un insecto, es conveniente tener algún antihistamínico de tipo oral. También una pomada con cortisona puede ser de ayuda. Pero si se sufre de alergias o intolerancias severas, no hay que olvidar la jeringa de adrenalina en la dosis que el alergólogo te haya recomendado.
9. Sales de rehidratación oral
Son compuestos de sales que se administran para mantener los niveles óptimos de glucosa y sodio en el organismo. Su uso está especialmente recomendado en pacientes con diarrea, así como para prevenir la deshidratación.
10. Clorhexidina
Es conveniente incluir en el botiquín del viajero un colutorio o enjuague bucal de acción bactericida y fungicida para prevenir infecciones bucales y mantener una buena higiene durante las vacaciones.
Finalmente, no hay que olvidar que el botiquín para la vacaciones debe conservarse en un lugar fresco y seco y no se debe transportar en el maletero del coche, ya que las elevadas temperaturas pueden dañar los medicamentos. Ante cualquier duda antes de salir de vacaciones nuestros profesionales de Clínica Virgen del Remedio estarán encantados de ayudaros para que no os dejéis nada y podáis disfrutar de vuestras merecidas vacaciones.