La medicina estética surgió de la necesidad de mantener y restaurar la salud y la imagen de nuestro cuerpo
La medicina estética es una rama de la medicina que surgió de la necesidad de mantener y restaurar la salud y la imagen de nuestro cuerpo de una manera integral. A diferencia de la cirugía plástica y reparadora, se sirve de técnicas y tratamientos médicos no quirúrgicos y, por lo tanto menos invasivos. También a diferencia de la cirugía plástica se basa en pequeñas modificaciones que no supone cambios agresivos.
Según la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) el verdadero objetivo de la medicina estética es ayudar a los pacientes a mejorar su bienestar físico y psicológico, así como prevenir un deterioro acelerado resultado de malos hábitos y/o enfermedades.
Ejercicio moderado, una correcta alimentación y buenos hábitos son la clave de nuestro bienestar, pero no podemos desestimar la ayuda de la medicina estética y las ventajas de sus tratamientos para lograr mejorar o rectificar aquello nos incomoda o quisiéramos mejorar de nuestro aspecto.
Sin caer en el sometimiento de los cánones de belleza, tenemos que reconocer que la salud es belleza y la belleza es salud, así que preocuparse por ello parece algo natural en las personas de cualquier edad y condición.
Quizá este sea el principal motivo por el que la medicina estética va ganando popularidad, y cada vez más gente toma la decisión de ponerse en manos de sus profesionales animados por la eficacia y las ventajas de sus tratamientos.
Sentirnos y vernos mejor hace que crezca nuestra confianza y mejore la autoestima. Esto contribuye a que nuestra salud y equilibrio psicológico mejore y se fortalezca.
Beneficios de la medicina estética
Los beneficios de la medicina estética van más allá de la exaltación de nuestra belleza. Gracias a sus avances y a una visión integral de la naturaleza del desequilibrio a tratar, no solo se puede llegar a mejorar nuestro aspecto físico, sino que logramos cambiar actitudes y hábitos que van a contribuir a nuestro bienestar inmediato y futuro.
Otra de su ventajas es que, mientras que la cirugía estética interviene de forma irreversible, nunca es posible volver al estado original, los tratamientos que emplea la medina estética no son invasivos y ni suponen un cambio agresivo en el cuerpo o en el rostro del paciente. Menos aún si se practican desde la profesionalidad y el criterio médico.
Y este es un aspecto fundamental si recurres a la medicina estética: que vaya acompañada de un criterio médico. Para el buen desarrollo de los tratamientos es necesario que primero se realice una historia clínica en profundidad. Y que el especialista te asesore de cual es la mejor opción para ti.
Por otro lado, precisamente por tratarse de técnicas no invasivas, el proceso de recuperación del paciente es rápido y no suele conllevar grandes molestias. En la mayoría de las ocasiones, el paciente puede continuar con su rutina con total normalidad desde el mismo día de su aplicación.
De hecho, la mayor parte de los tratamientos estéticos se realizan dentro de las dependencias de la clínica y no requieren un tiempo muy prolongado de actuación. Muchos de ellos se pueden llevar a cabo en unas horas o incluso en unos minutos.
Finalmente, señalar que la medicina estética es muy efectiva en la mayoría de los casos. Si bien, dependiendo del estado del paciente, pueden requerirse varias sesiones para lograr resultados óptimos. Según sea el procedimiento utilizado, los resultados pueden durar de meses o incluso años. Y siempre será posible repetir el tratamiento par alargar sus efectos o mejorar progresivamente hasta alcanzar nuestro objetivo. En Clínica Virgen del Remedio contamos con un equipo de profesionales de medicina estética que podrán asesorarte y ayudarte a sentirte mejor, llámanos e infórmate.