Hemos hablado en más de una ocasión de las revisiones deportivas (entre ellas pruebas de esfuerzo), cuando juegas o practicas algún deporte federado suelen ser obligatorias estas revisiones. Pero muchos somos los que practicamos algún tipo de deporte sin haber pasado antes por el médico. Es posible que no pase nada, pero, también es verdad, que cabe la posibilidad de que padezcamos algún tipo de enfermedad que no sepamos y estemos perjudicando a nuestro cuerpo en lugar de beneficiarlo con el deporte.
Uno de los casos más comunes son los runners o personas que corren, en la mayoría de los casos comienza como una afición que practicas de vez en cuando y con el tiempo se convierte en algo más. Conforme vemos que hacemos más kilómetros o nos sentimos más fuertes nos planteamos participar en alguna carrera. Las primeras suelen ser de 5, 10, 15,… pero una vez superadas estas, nos planteamos el medio maratón, el maratón, los ultramaratones o las carreras de montaña. Todo esto sin haber pasado previamente por una consulta medica.
Una de las pruebas que deben realizar los runners son las pruebas de esfuerzo. Cuando se corre se somete al cuerpo a un esfuerzo extra, por ello vigilar que no hay lesiones, hacerse un análisis de sangre o controlar la frecuencia cardiaca es fundamental.
En países como Francia, es obligatorio presentar un certificado médico antes de comenzar cualquier tipo de prueba. En los Pirineos empiezan a exigirlo también. Cuando te inscribes en una prueba, además de exigir los tiempos, debería ser obligatorio acreditar un certificado médico.
Los expertos recomiendan realizar una prueba de esfuerzo cada dos años si participas en carreras de corta distancia. Pero cuando te planteas maratones, esta prueba es una obligación más dentro del plan de entrenamiento, y siempre debe ir completada con una analítica.
Una prueba de esfuerzo tipo suele constar de los siguientes pasos:
- Examen de la estructura corporal: alineación de la espalda, caderas y flexibilidad de las articulaciones. De este modo, se descartan lesiones o indicios.
- Exploración de pies y pisada, así conoceremos como impactan nuestros pies contra el suelo y podremos evitar lesiones. Además nos ayudará a elegir las zapatillas adecuadas a nuestras características.
- Test de fuerza y flexibilidad: medición de la tensión muscular y su flexibilidad con ello podremos ver si tenemos alguna carencia.
- Auscultación de pecho para escuchar pulmones y corazón acompañado de un electro.
- Medición antropomórfica
- Espirometría que mide los gases en parado y la presión pulmonar.
- Test de esfuerzo, correr en la cinta con la marcara para medir consumo de 02, pulso y ritmo.
Ahora depende de ti; si eres runner o practicas cualquier tipo de deporte, lo mejor es pasar por la consulta médica y hacerte una revisión completa para conocer tu estado, no sea que estés forzando a tu cuerpo y no lo sepas.
Fuente: runners.es