Sara Hernández ofrece servicio de nutrición en Clínica Virgen del Remedio
«Una consulta totalmente personalizada, adaptada a ti, donde adquirir hábitos saludables y objetivos realistas». Así define nuestra nutricionista, Sara Hernández, el servicio de Nutrición de la Clínica Virgen del Remedio. Para ello, es necesario establecer una relación basada en la confianza, porque además del estudio de la composición corporal y las medidas antropométricas «necesitamos conocer al paciente, comprender sus apetencias, sus gustos… saber qué quiere conseguir, cuáles son sus metas y si tienen alguna necesidad o dificultad para poder conseguirlas».
Servicio de nutrición
Unos correctos hábitos alimenticios son imprescindibles dentro de los pilares de una buena salud y para el bienestar general. Desde niños hasta ancianos deben cuidar su alimentación para prevenir y mejorar la situación clínica de algunas enfermedades como cardiopatía isquémica, hipercolesterolemia, diabetes, cáncer, obesidad, etc.
Sara Hernández defiende los beneficios de la dieta mediterránea, acompañada por una buena hidratación (alrededor de dos litros de agua al día) y unos hábitos de vida saludables y haciendo ejercicio físico de forma regular, aunque sólo sea caminar unos 60 minutos diarios. Pero sobre todo recalca la necesidad de interiorizar esos cambios a través de una educación nutricional, «de nada sirve hacer una dieta, perder peso y luego olvidarse de todo lo que hemos aprendido. Lo fundamental es introducir unos hábitos saludables y saber interiorizarlos, para que formen parte de tu rutina diaria y de tu estilo de vida para siempre».
Ahí radican los beneficios del servicio de nutrición de la Clínica Virgen del Remedio. Al ser personalizado se basa en los objetivos, los gustos y las necesidades del paciente. Al marcar objetivos realistas permite al paciente saber qué puede lograrlos más fácilmente. «Es la mejor manera de que una dieta sea efectiva».
Esa manera de trabajar no solo se aplica en los tratamientos de dietética (pérdida/aumento de peso), también en la nutrición aplicada a problemas de salud (alergias o intolerancias alimenticias, pacientes oncológicos, patologías digestivas…), donde la dieta puede contribuir en forma importante al tratamiento médico, así como a niños, deportistas o embarazadas. «Este es un servicio que va dirigido a todo el mundo, porque hemos transformado nuestros hábitos alimenticios y cada vez hay más personas con intolerancias, inflamaciones intestinales y problemas digestivos».
Así, Sara Hernández habla con el paciente, escucha sus motivos, sus necesidades y sus objetivos, «para saber si se encuentra en el momento en el que realmente quiere cuidarse y estar mejor, porque si no el tratamiento no va a ser ni efectivo, ni realista» y le marca unas pautas de acuerdo a sus gustos y objetivos, pero también en base a su composición corporal y a un análisis de sangre reciente (que el paciente debe aportar).
En esa pauta va indicada la dieta semanal, acompañada con la explicación de los menús, la forma de elaborarlos, los ingredientes necesarios con una equivalencia de las raciones, así como posibles sustituciones de platos. Al principio el seguimiento es cada 3-4 semanas, para estudiar la evolución, cómo va incorporando los hábitos alimenticios y solucionar dudas. Una vez llegado al final de la dieta, «empezar una dieta no significa hacer dieta para toda la vida, siempre debe tener una fecha de inicio y una de fin», hay que empezar el mantenimiento, «consolidar el aprendizaje de todo los hábitos», con visitas cada tres meses, después seis meses y luego una vez al año.
La salud y buen funcionamiento de nuestro organismo, depende de la nutrición y alimentación que tengamos durante la vida. Combinada con la actividad física, una buena hidratación, la buena alimentación es una forma excelente de conseguir los nutrientes que el cuerpo necesita para realizar diferentes funciones y mantener la salud. Llámanos y pide una cita con nuestra nutricionista.